Conversaciones, confianza y propósito

Tania Monroy
Escrito por Tania Monroy

Las organizaciones buscan alcanzar siempre sus metas, pero las organizaciones con alma buscan alcanzar su propósito.

Las acciones que se emprenden para alcanzar tanto las metas como el propósito se logran en el lenguaje y en la coordinación de acciones entre los miembros de la organización, bajo una premisa fundamental: cultivar y construir confianza.

¿Por qué desde el lenguaje? y ¿Qué es eso de cultivar y construir confianza?

Al escuchar historias de cómo se crearon algunas empresas, descubrimos que su origen surgió de una conversación espontánea en donde un grupo de personas compartió una necesidad y a partir de esa necesidad se creó una visión, una visión construida desde el lenguaje, con caminos y promesas de acciones que solucionarían esa necesidad.

Según Fernando Flores, existen cuatro actos del habla que contiene toda conversación

  1. Una petición u oferta
  2. Una promesa o aceptación
  3. Una declaración de cumplimiento y, finalmente,
  4. Una declaración de satisfacción

Estos cuatro actos del habla o acciones que se coordinan en el lenguaje son creadoras de nuevas realidades cuando tienen implícita la confianza entre quienes la comparten; la confianza es crucial.

...Y ¿Qué significa eso de sentir que puedo confiar en el otro, que puedo confiar en su palabra?

Cuántas veces hemos asistido a reuniones corporativas, espacios donde se busca compartir visiones y coordinar acciones para lograr construir una nueva realidad y todo queda en bla, bla, bla. O por el contrario, salimos satisfechos porque nos sentimos escuchados y porque se coordinaron acciones que quedaron formalizadas en lo que denominamos los compromisos de la reunión: un resumen de los compromisos adquiridos, sus responsables y las fechas de cumplimiento de dichos compromisos; con la confianza de que cada uno de nosotros cumpliremos lo allí acordado porque en anteriores ocasiones así ha sucedido.

Confío cuando creo que eres sincero y que eres capaz de cumplir aquello que prometiste en el tiempo acordado.

gestionar los compromisos de reuniones de manera mas efectiva

Por todos es sabido que en las empresas el trabajo no es individual, ni independiente; por el contrario, el trabajo es interdependiente y grupal porque mi trabajo afecta el trabajo de otros, así como el trabajo de los demás afecta mi trabajo. De igual manera nuestro trabajo genera valor para otros, así como el trabajo de los demás nos genera valor a nosotros, y juntos construimos valor para la empresa.  Esto no solo aplica al trabajo, también la vida misma es interdependiente.

Toda persona que trabaja en una compañía tiene impacto sobre los demás y es en ese intercambio fluido donde construimos nuestros conceptos de confianza. Gran parte de nuestra vida transcurre en el trabajo, esforzándonos por el logro de las metas de la organización y de nuestras propias metas. Metas que dependen en gran medida de nuestras capacidades, habilidades y competencias, pero también de nuestra capacidad para coordinar acciones en el lenguaje con otras personas y de generar confianza.

Según Fernando Flores la confianza que depositamos en los demás se basa en cuatro aspectos: sinceridad, competencia, fiabilidad y compromiso.

La sinceridad se refiere a ese juicio que hacemos sobre quien ejecuta la acción y en el conocimiento sobre la seriedad para cumplir sus compromisos.

La competencia se refiere a las capacidades y habilidades con las que cuenta el ejecutante para su desempeño.

La fiabilidad hace referencia a la probabilidad de lograr lo prometido y en el tiempo acordado por parte del ejecutante.

El compromiso se refiere al juicio que hacemos sobre el largo plazo de la relación, cuando la relación ejecutante/cliente está comprometida más allá de una sola transacción.

balance

Un ejemplo claro se da cuando confiamos en que nuestro médico resolverá situaciones relacionadas con nuestra salud, sin embargo, no resolverá situaciones que se presenten con nuestro carro. La confianza que depositamos en el médico la podemos evaluar basada en la sinceridad, competencia, fiabilidad y compromiso que tiene para ejecutar una solución relacionada con nuestra salud. Es posible que en un aspecto sintamos que hay mayor confianza que en otro.   

Como vemos un tema importante en el mundo laboral es restablecer la confianza y generar espacios en donde podamos vivir esa confianza. Al perder la confianza en los demás generemos millones de acciones que no agregan valor, son infinitos controles que nos inventamos porque no confiamos en el otro. ¿Qué sería vivir en confianza y alinearnos para alcanzar propósitos comunes? ¿Cómo cambiaría esto mi forma de ver el mundo y, especialmente, la forma de comunicarme con los demás? ¿Con cuántas personas podríamos trabajar y generar colaboraciones, e incrementar capacidades y soluciones?

Los invito a restablecer la confianza, siendo impecable con nuestra palabra como Miguel Ruiz en su libro los 4 acuerdos lo expresa. Ser impecable con nuestra palabra significa ser coherente con ella, aceptar que nuestra palabra es nuestra promesa y que la palabra es un compromiso a largo plazo con el otro. Ser impecable con nuestra palabra implica aceptar nuestra responsabilidad y no culpar a otros por nuestras palabras.

Según Ruiz, cumplir el primer acuerdo es ir hacia una vida más productiva y a un estado más positivo de la mente; hacia un camino en que se construye confianza y se alcanzan más resultados porque ampliamos las posibilidades de trabajo con muchos otros con quienes podemos compartir visiones y ampliar horizontes que van más allá de mi propia área de influencia, ampliando a otras áreas e incluso a otras organizaciones y otras latitudes.

Sabernos comunicar y cumplir nuestra palabra, restablece la confianza. Estos dos elementos (el lenguaje y la confianza) son fundamentales para el trabajo en equipo; tema que podríamos tratar en un siguiente blog.

Hasta pronto!

¿Tienes más preguntas? ¿Necesitas solucionar un tema en particular?

 

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