Las empresas existen gracias a las personas y atienden necesidades de personas. Las personas son el motor de toda empresa, las que le dan vida a la empresa pues construyen día a día la organización.
Cuando la empresa inicia un proceso de crecimiento, es indispensable hacer claridades sobre la manera cómo queremos que las personas sean atendidas y también cuidadas.
Además de organizar la empresa proporcionándole un camino claro de acción en cómo atraer nuevos clientes, atenderlos, generarles valor y fidelizarlos, debemos tener presente que nuestros métodos, procesos, indicadores y acciones siempre están ejecutadas por personas. Sea que tengamos robots para algunas labores, es la gente quien ejecuta y le pone forma a todo, precisamente allí radica lo más valioso que tiene la empresa, su gente.
La historia de las organizaciones también ha hecho su proceso de transformación en este aspecto, antes, llamábamos áreas de recursos humanos a las áreas encargadas de mantener el control de los procesos relacionados con la gente, hoy llamamos a esos mismos departamentos áreas de gestión del talento humano y esto no es solo una distinción del lenguaje, esto conlleva una re-significación y un reconocimiento del valor que esta área tiene en el crecimiento, desarrollo y sostenibilidad de las empresas.
La manera como se observa este tema en las organizaciones definitivamente cambió y en el siglo XXI las organizaciones tienen como uno de sus pilares principales la innovación donde la gente real y humana son un factor fundamental en el éxito de las empresas.
La gestión de talento humano ya no se ve como una táctica más a implementar en las empresas, constituyen parte fundamental de la estrategia corporativa de las organización. En la medida en que tenga ese nivel de importancia, la gente se convierte en una palanca que potencializa el accionar de toda la empresa.
La gerencia y el equipo directivo tienen hoy claridad que conseguir resultados va de la mano de una estrategia consciente de gestión del talento humano.
En las etapas más tempranas de las empresas las relaciones humanas son cercanas y sólidas. Sin embargo, a medida que la empresa crece, que los procesos se formalizan y se fortalecen y que se va estructurando el quehacer de la empresa las relaciones se hacen más profesionales y menos cercanas. Dado que la empresa se convierte en un segundo hogar, pues como dijimos anteriormente pasamos aproximadamente la mitad del tiempo trabajando, es indispensable crear ambientes laborales donde las personas puedan florecer y desarrollar todo su potencial, se sientan a gusto, puedan encontrar significado a lo que hacen, alineado todo esto con la creación de resultados para la empresa.
Las personas en la organización son como semillas en un gran jardín, si reciben los nutrientes adecuados, y cuentan con un ambiente apropiado, pueden desarrollarse y crecer.
Las nuevas generaciones están creciendo y traen consigo un cambio, un nuevo chip. Están interesadas en nuevos retos y les interesa aprender y estar en entornos donde el trabajo les genere valor y significado. Estas nuevas generaciones no solamente están muy preparadas con alto IQ sino que cuentan con un elemento fundamental para este nuevo siglo: la eQ o inteligencia emocional. Ellos son conscientes de sus propias emociones (autoconciencia), saben gestionar las emociones (autoadministración), tienen claridad sobre las emociones de los demás (consciencia social) y saben gestar y mantener relaciones (administración de las relaciones). Estas cualidades que antes eran de algunos son ahora cualidades fundamentales de quienes quieren optar por posiciones de liderazgo dentro de las organizaciones.
Los líderes son replicadores de comportamientos
Es fundamental trabajar directamente con los líderes cuando se esté gestando y desarrollando una estrategia de gestión del talento humano, son ellos quienes potencian a los demás miembros de la organización y a través de sus interacciones y su relacionamiento construyen la realidad y la cultura de la empresa.
Uno de los elementos fundamentales para que un líder sea un ser inspirador, y de gran impacto, es que posea un alto nivel de inteligencia emocional.
Para finalizar me gustaría compartir una serie de estrategias que considero son importantes para trabajar nuestra inteligencia emocional. Estas estrategias son tomadas del libro INTELIGENCIA EMOCIONAL 2.0 de Travis Bradberry y Jean Graves para desarrollar cada elemento de la eQ o inteligencia emocional.
Para Autoconciencia (capacidad de entender las emociones)
Para Autoadministración (capacidad para escoger la reacción)
Para Conciencia Social (capacidad para ponerse en los zapatos de los otros)
Para la Administración de las Relaciones (capacidad para entender las emociones propias y las de los demás y construir relaciones con los demás)
Como decíamos anteriormente, los grandes líderes nos inspiran. El gran liderazgo aparece a través de las emociones y los grandes líderes son inteligentes emocionalmente. Este es un tema importante cuando decidimos dar fuerza a la estrategia de talento humano en la organización.
La inteligencia emocional trae consigo mejores relaciones, estas relaciones se extienden a los clientes y mejores relaciones con los clientes llevan consigo mejores resultados.
Si en la empresa los líderes adoptan ser más inteligentes emocionalmente, tendrán la capacidad de generar mejores relaciones con sus colaboradores y estos a su vez aprenderán también a gestionar sus relaciones con los demás.
Las empresas no solo construyen resultados económicos, son el segundo hogar para muchos y en la medida que logremos ambientes armoniosos, cálidos, de aprendizaje y desarrollo lograremos EMPRESAS MÁS HUMANAS Y CON GRANDES RESULTADOS.
Como alguna vez dijo Mahatma Gandhi “Sé el cambio que quieres ver en el mundo”.
Hasta pronto!!