Tradicionalmente se ha visto como positivo separar la vida personal de la profesional lo que nos esfuerza o programa a vivir como si tuviéramos dos personalidades: una que va al trabajo y otra que habita en casa.
Sin embargo en ese intento de vivir en ese paralelo, regularmente gana un lado de la balanza, inclinándose habitualmente hacia lo laboral, con lo cual, las actividades individuales y personales pasan a la lista de espera o sencillamente con el tiempo se dejan de desear o desaparecen.
Ahora pensemos por un momento en esto: si lo que soy es definido por lo que hago, y lo que hago en la mayor parte del tiempo tiene que ver con el trabajo, seguramente me he convertido en aquello que mi labor profesional o una organización señala como lo más importante que debo ser y hacer... ¿y el resto qué? ¿Qué pasa cuando no estoy trabajando? ¿Qué ocurre cuando llego a casa? ¿Dejo en la puerta la maleta de las conductas bien vistas del trabajo y me convierto en la persona que habita en casa? suena un poco raro, pero inconscientemente en muchas ocasiones hacemos eso.
Se les hace familiar frases como “En el trabajo soy una persona seria, en la casa no”, “En el trabajo soy una persona muy organizada, en mi casa todo es un despelote”, “Los problemas de la casa no vienen al trabajo”, en verdad es algo que está tan en el inconsciente que aceptamos como positivo esa especie de divorcio entre nuestra vida laboral y personal.
Sin embargo, en estos tiempos en que muchas personas han tenido que trabajar en sus casas por un tiempo prolongado - en mi caso ya lo vengo haciendo desde hace más de un año -, han tenido la oportunidad de experimentar una mezcla de emociones, sentimientos, sabores y colores, a los que se enfrenta un ser humano cuando le cambian casi que por imposición su forma de llevar su vida personal y laboral. Por supuesto cada caso es diferente, no obstante, algo común ha sido la unión laboral y personal en las vidas de las personas que han o están teletrabajando.
En mi caso, cuando empecé a buscar nuevas formas de trabajar que me facilitaran tener un mayor balance de vida, me encontré con la oportunidad de poder trabajar desde casa. Al principio extrañaba el salir, la “presencialidad” del trabajo en oficina y el café con los compañeros de trabajo, luego me fui adaptando y cambiando la perspectiva de ver lo que “me falta” hacia la posibilidad de hacer o disfrutar esas cosas que deseaba y que no había hecho o que tal vez les estaba dedicando poco tiempo: como leer, estudiar, dormir mejor, compartir en familia, hacer ejercicio, disfrutar de momentos a solas, entre otras. Sin embargo es importante anotar que el teletrabajo per sé no genera un balance en nuestra vida, lo hacemos nosotros.
Cuando fuí en verdad conciente de esto, empecé de alguna forma a reconciliar mi vida laboral y personal realmente, y ha reorganizar mis actividades; viéndolas como un todo, sin ninguna división, atendiendo cada cosa con la misma importancia.
Todo empieza justo ahí, en dar importancia y relevancia a esas cosas que se anhelan, y luego tener la disciplina en hacerlas hasta crear el hábito. El hecho de trabajar entre 8 y 9 horas diarias, que en ocasiones puede ser más de ese tiempo, no significa que organicemos nuestra vida como si siempre hubiera coyunturas laborales. Por tanto, es muy importante estar atentos en mantener y lograr volver al balance cuando se presentan imprevistos que pueden ser laborales o personales.
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Trabajar total o parcialmente desde casa nos permite gestionar nuestra vida como un todo, y si la automatización y el teletrabajo es el futuro, entonces se requiere que desarrollemos nuevas habilidades o adoptemos formas de vida que antes no eran tan normales.
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Si reflexionamos a partir de la experiencia actual en la que muchos hemos tenido que trabajar desde casa, todo fluye mucho mejor cuando en lugar de luchar, armonizamos nuestro trabajo con nuestra vida personal; cuando cumplimos con nuestro trabajo de forma correcta y nos sentimos motivados a desempeñarlo cada vez mejor, y en paralelo también sentimos la satisfacción o tranquilidad de haber hecho nuestras actividades personales. Creo que de esto se trata de armonizar en lugar de separar nuestra vida laboral y personal, incluso si no teletrabajas!
