¿Cómo mejorar la eficacia de la gestión estratégica en mi empresa?
Escrito por José Manuel Sandoval
sep 21, 2018
¿Alguna vez nos hemos preguntado si estamos siendo eficaces en nuestra gestión diaria, trátese de un proyecto, un proceso a nuestro cargo o inclusive la dirección de la empresa?
A continuación algunas ideas para mejorar la eficacia de nuestra gestión y, especialmente, para generar un alto valor a nuestros equipos de trabajo, nuestra empresa y a nosotros mismos.
La gestión exitosa es fruto de la interacción
El éxito de lo que hacemos no es el resultado del trabajo en solitario. El éxito surge de la interacción con otras personas, de la discusión, del análisis de las diferencias y especialmente del debate.
Es muy importante fomentar la conversación estratégica entre los distintos actores de la empresa, donde participen tanto directivos como aquellas personas que están en contacto directo con el cliente, especialmente aquellas personas que no piensan igual a nosotros.
Una buena planeación estratégica
Una buena planeación estratégica es un proceso donde todos los niveles de la organización participan. Es un proceso dinámico donde permanentemente hay discusión y análisis; no basta con formular e implementar la planeación, debe ser un proceso integrado y continuo dentro de la organización. Esto no quiere decir que no se deba tener una visión a largo, claro que la necesitamos, pero debemos revisar constantemente los pasos que nos están conduciendo a alcanzar esa visión.
Así mismo, un punto muy importante de la planeación es que esté alineada con la realidad, con los cambios del entorno y especialmente con las preferencias y gustos de los clientes.
El poder de lo simple
Utilicemos el sentido común y no temamos buscar soluciones sencillas.
El sentido común es el conocimiento que todos compartimos y las ideas simples tienden a ser obvias, pero muchas veces no nos fiamos de nuestros instintos, creemos que hay una respuesta oculta más compleja. Esto es un error, una solución obvia es bien recibida porque el sentido común no tiene prejuicios emocionales ni depende de ningún conocimiento técnico especial: vemos las cosas como realmente son.
Para pensar en términos simples:
1. Saquemos el ego de en medio, cuanto más filtramos las cosas a través del ego, más se alejan de la realidad.
2. Evitemos querer que las cosas salgan de cierta manera, el buen sentido común sigue el rumbo natural de las cosas.
3. Escuchemos genuinamente, el sentido común se basa en lo que comparten muchos.
4. Seamos cuidadosos, las cosas a veces parecen lo contrario de lo que realmente son porque intentamos adaptarlas a nuestros intereses.
Apliquemos el control táctico
Un sistema de control táctico es aquel que de manera periódica mide el progreso de lo planeado.
Un ejemplo son los planes de trabajo los cuales nos permiten monitorear el progreso y mantener las cosas en su curso. Si bien es cierto que la alta dirección participa activamente en la aprobación del plan de trabajo, y recibe periódicamente un reporte para su revisión, sólo debe involucrarse en el análisis de las variaciones si una variable clave comienza a salirse de rango y requiere atención especial.
Este tipo de control permite dar libertad a quienes ejecutan el plan de trabajo sorteando las situaciones que se presentan en el día a día generándoles satisfacción, empoderamiento y confianza en sí mismos y a su vez brinda a la alta dirección libertad para posicionar a la organización en el futuro.
Apliquemos el control interactivo
El control interactivo es utilizado para establecer una gestión basada en la búsqueda de información, en el diálogo y el aprendizaje.
La información generada por el sistema de control interactivo demanda atención frecuente de todos los niveles de la organización, la cual es analizada y discutida en reuniones de trabajo donde se debate sobre la información, las ideas y los planes de acción. El aprendizaje organizacional que se inicia con este diálogo interactivo ocasiona que con el paso del tiempo, las estrategias que inicialmente son formuladas y guiadas por la alta dirección, comiencen a ser formuladas por cualquier integrante del equipo generando estrategias realmente innovadoras.
Tengamos presente que los sistemas interactivos no se enfocan en la implementación de las estrategias de ayer, sino en la formación de las estrategias de mañana (aprendizaje).
Una buena administración de nuestro tiempo
Es esencial en nuestra gestión diaria una planeación escrita; podemos hacerla la noche anterior o al empezar el día, anotando lo que nos proponemos hacer ese día. Logramos resultados efectivos cuando perseguimos objetivos ya planeados y no cuando estos son al azar.
Una vez tenemos la lista, debemos distribuir el tiempo disponible en una secuencia ordenada de prioridades. La auto-imposición de fechas límite y la disciplina para cumplirlas ayuda a vencer la indecisión y la procastinación.
Recordemos que el esfuerzo es ineficaz si lo aplicamos a las tareas que no son, o en el momento que no es, por eso, evitemos sobreestimar los problemas como si se tratara de una crisis, esto provoca ansiedad, deterioro de criterios, decisiones a la carrera y desperdicio de tiempo y esfuerzo.
Por último, evitemos dejar tareas sin terminar, esto destruye la efectividad y reduce los resultados reales.
Aplicando estas ideas prácticas mejoraremos nuestra gestión, disfrutaremos lo que hacemos y, lo más importante, construiremos equipos empoderados y fortalecidos para atender las exigencias, cada vez más veloces, que nos demandan.
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