La actualización de la norma ISO 9001:2026 no sólo introduce cambios técnicos, sino una transformación profunda en el rol que juegan los líderes dentro de las organizaciones.
Después de comprender cómo la sostenibilidad organizacional se convierte en un eje central del sistema de gestión, es momento de abordar otro componente clave; el liderazgo estratégico.
Este nuevo enfoque exige que la alta dirección no solo se comprometa con la calidad, sino que asuma un rol activo y visionario, guiando a la organización en contextos complejos y cambiantes.
En este artículo, te contamos qué implica liderar estratégicamente bajo los lineamientos de la nueva ISO 9001, cómo fortalecer ese rol en todos los niveles y por qué este cambio es determinante para lograr una gestión más resiliente, coherente y alineada con el entorno.
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Uno de los grandes cambios en la ISO 9001:2026 es el enfoque integral del liderazgo como motor de la sostenibilidad organizacional. Ya no se trata solo de cumplir requisitos o mantener la certificación; el liderazgo debe ser estratégico, visible y comprometido con el futuro de la organización.
En el nuevo contexto normativo, los líderes tienen la responsabilidad de:
El liderazgo estratégico, según la nueva ISO, implica abandonar la gestión operativa tradicional para convertirse en agentes activos de cambio, capaces de guiar a sus equipos en un entorno cada vez más exigente.
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La nueva versión de la norma ISO 9001 redefine el concepto de liderazgo estratégico dentro de las organizaciones. Ya no se espera que la alta dirección simplemente delegue tareas o valide decisiones operativas.
Ahora el liderazgo debe estar plenamente comprometido con la transformación organizacional, la sostenibilidad integral y la creación de valor a largo plazo. Esta visión implica una evolución profunda del rol de quienes lideran, haciéndolos protagonistas activos del cambio.
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Uno de los cambios más significativos que propone la ISO 9001:2026 es pasar de un liderazgo técnico y reactivo a uno transformacional y activo. Ya no se trata solo de ejecutar procesos correctamente, sino de crear una cultura de excelencia, confianza y crecimiento colectivo.
“Los sistemas de gestión nacen centralizados, pero el liderazgo estratégico busca descentralizar, formar líderes en todos los niveles”. Un liderazgo transformacional se manifiesta cuando la dirección:
Este tipo de liderazgo parte de la empatía, la escucha activa y la visión humana de las organizaciones. Impulsa el sentido de propósito individual y colectivo, logrando una verdadera conexión entre los objetivos estratégicos y las motivaciones personales.
La sostenibilidad no puede seguir viéndose como una actividad secundaria o filantrópica. La norma plantea que debe estar totalmente integrada en el modelo de negocio, guiada por la lógica de impacto y no por gustos personales.
“El impacto social no es lo que a mí me gusta hacer, sino lo que está conectado con mi objeto de negocio”. Un liderazgo estratégico entiende que:
Este liderazgo es consciente de que no se trata de tener una fundación porque “queda bien”, sino de construir acciones coherentes con lo que se es como empresa.
En entornos cambiantes e inciertos (VUCA), el liderazgo no puede limitarse a responder lo inmediato. Debe anticiparse. La ISO 9001:2026 invita a pensar más allá del trimestre o del año.
“Uno tiene que estar leyendo qué va a pasar en cinco o quince años, qué dicen los futuristas del mundo”. El pensamiento estratégico de largo plazo implica:
El liderazgo con visión no solo sueña, planifica y actúa. Lo hace desde una comprensión integral del contexto y con sentido de oportunidad.
La ética y el buen gobierno son pilares del liderazgo estratégico. La ISO plantea que la integridad debe estar al centro de la gestión de riesgos, de la toma de decisiones y del comportamiento organizacional.
“No necesitas montarte en otra ISO, solo incluye los riesgos de corrupción en la matriz de riesgos”. Este enfoque ético se concreta cuando:
La visión moderna del liderazgo no es jerárquica ni individualista. Se construye a través de espacios, comités y dinámicas que permiten activar el potencial de todos los actores organizacionales.
“Yo genero espacios con preguntas poderosas del coaching para activar la gestión del liderazgo”. Un liderazgo sistemático se refleja en:
Esta perspectiva convierte a la organización en un sistema vivo de liderazgo estratégico distribuido, donde todos pueden aportar, decidir y transformar.
La ISO 9001:2026 plantea una oportunidad única; dejar atrás el liderazgo operativo tradicional para evolucionar hacia un liderazgo estratégico, ético y sostenible. Pero este salto no ocurre solo con la voluntad.
Se necesita acción, coherencia, formación y espacios que permitan activar el potencial de los líderes y sus equipos. Aquí tienes algunas recomendaciones para fortalecer tu rol como líder estratégico:
La ISO 9001:2026 no sólo actualiza una norma; impulsa una nueva forma de liderar. Un liderazgo estratégico, alineado con el propósito, consciente de su impacto ambiental, social, económico y comprometido con la sostenibilidad a largo plazo.
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