Técnicas simples para identificar y gestionar riesgos empresariales

Escrito por Andrés Navarrete
May 8, 2020

Contar con un plan de riesgos empresariales permite identificar, analizar y determinar cómo se debe responder a los riesgos que pueden afectar o apalancar significativamente la actividad de la organización en tiempos estables o de crisis.
Este plan debe estar considerado dentro del marco de la estrategia de la compañía, pues no importa si es una pequeña, mediana o gran empresa, los riesgos empresariales son una realidad que afectan a cualquiera a tal punto que pueden poner en peligro la continuidad o existencia de la misma.
¿Cómo podemos hacer frente a esos riesgos? la manera más efectiva de hacerlo en el largo plazo es a través de fomentar una cultura de gestión de riesgos, que incluya el involucramiento de las personas de la organización en el desarrollo y ejecución de un plan de gestión de riesgos acorde a las dimensiones y necesidades de la compañía.
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¿Cómo podemos elaborar un plan de gestión de riesgos?
Sin importar la actividad empresarial, el proceso regular para elaborar un plan de gestión de riesgos empresariales señala que debemos:
- Identificar a qué riesgos está expuesto tu negocio
- Realizar un análisis numérico o de información que te permita tener una visión objetiva (no sólo suposiciones) de esos riesgos
- Realizar una evaluación de los riesgos
- Determinar qué respuesta dar ante los riesgos
- Especificar el tratamiento que implementarás a cada riesgo
- Definir un cronograma de seguimiento y monitoreo
De este modo se podrán evitar, minimizar y afrontar los riesgos desde la prevención y aprovechamiento. Ahora bien, para facilitar la gestión de riesgos empresariales es conveniente apoyarse en herramientas tecnológicas que tengas a la mano, con el fin de facilitar las siguientes actividades clave de la gestión:
- Analizar fácilmente los riesgos mediante la determinación de causas internas y externas, así como de los efectos que estos pueden ocasionar a la compañía.
- Segmentar los riesgos identificados según su origen (estratégico, operativo, misional, etc.)
- Evaluar rápidamente los riesgos para determinar el riesgo inherente y ubicarlos automáticamente en el mapa de riesgos.
- Definir o asociar controles a los riesgos, evaluar su efectividad y obtener automáticamente el nivel de riesgo residual.
- Consolidar listas de los riesgos no tolerables para tu organización y establecer planes de tratamiento, definiendo actividades, responsables y fechas límite, entre otros.
- Asociar acciones correctivas y oportunidades de mejora de dichos riesgos.
- Resumir la gestión de los riesgos a través de la matriz de riesgos para facilitar la generación de reportes de los mismos.
Por otro lado, como todo parte de la efectiva identificación de riesgos, es importante que constantemente la gestión de riesgos se esté monitoreando y alimentando, teniendo claro y repasando constantemente el principio de qué es y que no es un riesgo empresarial para ser sensibles a los cambios que debamos ejecutar proactivamente.
El concepto general de riesgo dice que un riesgo es estar expuesto a una circunstancia, suceso o evento que puede impedir o apalancar el desarrollo normal de la actividad, suponer una pérdida o dificultar la consecución de un objetivo o brindar beneficios no contemplados. Esto no quiere decir que todos los sucesos a los que se enfrenta una compañía sean un riesgo.
Para considerar un evento como un riesgo debe cumplir una serie de características, tales como:
- Debe estar asociado a la actividad de la empresa.
- Son complejos, no tienen una solución o gestión inmediata.
- Su impacto debe ser significativo en la compañía, ya sea negativa o positivamente.
- Entorpecen, obstaculizan, dificultan, postergan procesos o los cambian completamente.
Estos eventos pueden presentarse a nivel interno o externo de la compañía y en cualquier momento, por tal motivo el primer punto de construcción de un plan de gestión de riesgos que mencionábamos anteriormente, en realidad es una actividad constante que no debemos perder de vista.
Es importante analizar el ámbito interno en cuanto al cumplimiento de la estrategia, los procesos, el uso de recursos humanos, físicos, tecnológicos, financieros, entre otros. Del mismo modo es igual de importante analizar el contexto externo a nivel nacional e internacional, decisiones políticas, económicas, sociales o ambientales que pudieran estar relacionadas con mi negocio, con el fin de actuar de forma ágil y proactiva.