Índice
- Por qué las PQRS revelan cuellos de botella y oportunidades
- Diseño del flujo digital: SLA, reglas, canales y automatización
- Métricas que importan: tiempo, calidad de respuesta y NPS
Por qué las PQRS revelan cuellos de botella y oportunidades
Las PQRS (Peticiones, Quejas, Reclamos y Sugerencias) son una mina de oro para entender fricciones del cliente, problemas de proceso y oportunidades de mejora. Bien gestionadas, alimentan el ciclo de mejora continua y protegen la reputación de marca; mal gestionadas, disparan costos, rotación y pérdida de ventas recurrentes.
En Colombia y gran parte de LATAM, las entidades públicas y privadas han formalizado mecanismos PQRS, incluso con definiciones normativas y lineamientos de atención al ciudadano. Para un glosario oficial de términos, puedes consultar Glosario PQRSD o las guías de canales y requisitos como PQRS Colombia Compra. Pero la clave para el sector privado y para organizaciones que operan en México y el resto de LATAM es estandarizar el proceso, medirlo y automatizar lo repetitivo. Sin una plataforma, las PQRS se dispersan por correos, formularios y redes sociales; no existen SLA confiables ni trazabilidad de causas.
Con un QMS moderno, cada solicitud nace como un caso con campos obligatorios, categorías, prioridad y dueño claro. Se capturan evidencias (adjuntos, fotografías), se aplican reglas para enrutar al equipo correcto, se programan tareas y se integra un repositorio de conocimiento para respuestas consistentes. Esta disciplina convierte “ruido” en datos útiles: tiempos de primera respuesta, reincidencia por tipo de falla, costos asociados y correlación con satisfacción del cliente. Al entender los patrones, puedes rediseñar procesos upstream (entrega, facturación, calidad) que originan la mayoría de las quejas.
Diseño del flujo digital: SLA, reglas, canales y automatización
El diseño del flujo digital de PQRS inicia con un formulario inteligente que valide campos y evite ambigüedades: categoría (P, Q, R, S), tema, canal de entrada, datos del cliente, impacto y urgencia. A partir de allí, usa reglas para asignación automática: por producto, región o tipo de solicitud, incluyendo horarios y cargas de trabajo. Define SLA de primera respuesta y de resolución, con recordatorios, escalaciones y pausas justificadas. La automatización puede generar respuestas iniciales personalizadas, crear tareas para áreas de apoyo, y sugerir artículos de base de conocimiento; si la queja requiere investigación, se abre un subproceso con plazos y responsables.
Integra un portal externo para que el cliente consulte su estado sin saturar al equipo. En plataformas como kawak®, este flujo se construye con componentes no‑code y trazabilidad end‑to‑end, incluyendo paneles que cruzan datos operativos y de experiencia. Revisa el módulo de servicio y PQRS aquí: Talento y servicios kawak. La fortaleza está en la consistencia: cada interacción se registra con fecha, responsable y resultado, lo que simplifica auditorías y permite análisis causa raíz. Finalmente, conecta el flujo con tu CRM y herramientas de mensajería para que los compromisos con el cliente no dependan de “héroes”, sino de un sistema que orquesta pasos, comunica y mide.
Métricas que importan: tiempo, calidad de respuesta y NPS
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