Las empresas se construyen desde el lenguaje y la coordinación de acciones entre personas. Esta coordinación es exitosa si está basada en relaciones de confianza, la cual se crea cuando somos auténticos. En este artículo, quiero hablar sobre la autenticidad y cómo a partir de ahí construimos y conectamos con otros con el objetivo de crear resultados en nuestras empresas.
La vida trae consigo experiencias positivas y experiencias negativas. Un líder auténtico no se victimiza ante las malas experiencias, las encuentra enriquecedoras porque sabe que llegan para dar mayor sentido a su vida. He ahí el gran secreto: aprender a reformular los hechos para superar los desafíos que se nos presentan y descubrir nuestro propósito de vida.
Una herramienta valiosa que puede ayudarnos a aprender a reformular los hechos, superar los desafíos y aprender de nuestras experiencias es el camino a la autenticidad
v u l n e r a b i l i d a d
c o h e r e n c i a
r e s o n a n c i a
c o n e x i ó n
t r a n s f o r m a c i ó n
Hoy quiero que hablemos del primer peldaño: la v u l n e r a b i l i d a d
Hoy me doy cuenta que uno de los regalos más bellos de la vida es ser vulnerable. Algunos pueden verlo como una debilidad. Sin embargo, puede ser un gran regalo sentir cada emoción y darse cuenta lo que el otro vive y siente.
Por mucho tiempo, sentí que dejarse llevar por las emociones y los sentimientos no estaba bien. Me había creído ese cuento de que debes mostrar que estás en control porque si muestras tus emociones, cuidado, todo puede salir mal.
Aunque era evidente que algo me gustaba mucho o, por el contrario, algo me molestaba, intentaba mantener esa distancia conmigo misma y mejor me ponía a trabajar en la tarea en la que estaba involucrada. Nada de escuchar, ni de sentir tantas sensaciones y emociones. Eso no es permitido y no hay tiempo para esas cosas. Nada de eso.
…. Ay qué dolor tan grande y que atragante. … Les ha ocurrido alguna vez?
Estás con ganas de expresar algo y debes dejarlo guardado porque no es conveniente mostrarlo. Eso es duro, porque te acostumbras a dejar que las emociones, las sensaciones y los sentimientos, no hablen, no se expresen. Te acostumbras a dejarlos callados y encerrados en un baúl.
Y así fue, me acostumbre a que mi alegría viniera de las tareas cumplidas, de los logros atendidos y eso de escuchar sensaciones, vivir emociones, nada.
Claro, la cosa era dejar las cosas en ese baúl no era muy buena idea, porque al llegar a casa y encontrarme con mi gente… como que perdía el candado y todo salía… de alguna que otra mala manera y con la persona menos apropiada. ... Y lo peor…. lo hacía de manera inconsciente. Esa sensación fuerte que me acompañó todo el tiempo, pero que había encerrado, salía con toda su fuerza para herir a los demás y herirme también a mi porque luego me cubría la culpa.
Durante varios días fui invitada a permitirme escuchar y observar mis sensaciones, mis emociones, a darme cuenta de los sentimientos que había encerrado. Dejé que día a día fueran apareciendo más y más sensaciones, más pensamientos, más emociones. Hasta que un día decidí que el baúl ya no era necesario. Aprendí a experimentar sensaciones agradables, amargas, bonitas, feas, de tranquilidad y también de miedo, todo tipo de sensaciones que a uno se le pueda ocurrir. Lo que me di cuenta es que no los podía controlar y que al observarlos por el tiempo que ocurrían, estos se transformaban y luego desaparecen. Duran un momento y luego se desvanecen. Sentí en realidad un poco de liberación y alegría porque las sensaciones pasaban y pasaban y yo simplemente, analizaba porqué habían aparecido y qué me estaban diciendo.
Ese descubrimiento de entender que me estaban diciendo las sensaciones me encantó. Abrí mi corazón al sentir y eso abrió un camino hacia lo que llamo mi vulnerabilidad. Deje que el dolor apareciera, que la alegría también se sintiera, que cada emoción apareciera tal cual y como estaba sucediendo. Nada de ediciones, ni de crear lo que no era. Simplemente dejar que fuera surgiendo tal y como es cada una. Eso me hizo llegar al mejor regalo que siento he tenido en la vida y es la vulnerabilidad.
Siento que es un gran regalo por que me permitió sentirme viva, conectada a mi ser, en pocas palabras libre. Qué libertad darme cuenta que puedo observar mis sensaciones, que no necesito un baúl para encerrarlas. Que puedo observarlas, sentirlas, entenderlas, reconocerlas y darme cuenta que tienen algo que enseñarme. Se han convertido en hermosos mensajeros. Antes ese estímulo y esa reacción eran automáticas, Ahora mi expresión está más pausada y siento que esa distancia que hay entre el estímulo y la reacción es extensa. Y aquí empieza a surgir un segundo regalo la coherencia
Como lo hemos dicho en artículos anteriores ser un buen líder es difícil, sin embargo, puede ser más fácil y mucho más gratificante si aprendemos a observar y escuchar nuestras emociones, nuestros pensamientos y nuestras sensaciones, seguramente esto nos ayudará a ser mejores seres humanos y mejores líderes donde quiera que la vida nos coloque.
Me gustaría que nos compartieras sobre alguna experiencia que hayas tenido permitiéndote observar y escuchar tus emociones y tus sensaciones.
En mi próximo artículo te compartiré sobre ese segundo peldaño del camino de la autenticidad: la c o h e r e n c i a.
